diciembre 14, 2013

El origen del árbol de Navidad

El símbolo por excelencia de la Navidad es sin duda alguna el árbol de Navidad.

Existen varias teorías en torno a su origen, una de las más extendidas defiende que proviene de los celtas de Europa central, quienes empleaban árboles para representar a varios dioses. Además, coincidiendo con la fecha de la Navidad cristiana celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol.

Según cuenta la leyenda, entre los años 680 y 754, San Bonifacio evangelizador de Alemania, entendió que era imposible arrancar de raíz esta tradición pagana, por lo que decidió adaptarla dándole un sentido cristiano. Fue así como cortó con un hacha un roble que representaba a Odín, y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne simbolizaba el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas representaban el pecado original y las velas, la luz de Jesucristo.

Posteriormente, con la evangelización de esos pueblos, los cristianos tomaron la idea del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo. Se cree que el primer árbol de Navidad, tal y como lo conocemos en la actualidad, apareció en Alemania en 1605.

La costumbre de adornar árboles para dar la bienvenida a la época navideña arraigó en Alemania y en los países escandinavos en el siglo XVII y fue llevada por los soberanos de la casa Hannover hasta Gran Bretaña en el siglo XVIII. George III, coronado como soberano de Inglaterra, en 1762, y su mujer, la reina Charlotte, nacida en Alemania, fueron los primeros en adornar su palacio con un abeto doméstico, aunque no fue hasta medio siglo después, cuando la buena sociedad inglesa cayó hechizada por la idea de reproducir en sus casas, lo que sus ojos habían visto en el palacio de Windsor.

En la actualidad se emplea una gran diversidad de objetos y elementos para decorarlo, siendo los más tradicionales:
  • Estrella: representa la fe y recuerda a la estrella de Belén.
  • Esfera: anteriormente manzanas, que simbolizan los dones de Dios a los hombres.
  • Lazos:  representan la unión de las familias y personas queridas alrededor de dones que se desean dar y recibir.
  • Luces: en un principio velas, representan la luz de Cristo.

diciembre 01, 2013

La mente se nos queda en blanco por la costicosterona.


La costicosterona es la hormona segregada por la corteza suprarrenal en momentos de ansiedad, esa es la causa de que, en muchas ocasiones, nos quedemos en blanco cuando intentamos pensar en algo. Es una respuesta ante un peligro o situación de estrés, por lo tanto no se irá hasta que ésta no haya pasado.


A más de una persona le habrá sucedido que se ha quedado en blanco sin saber que decir en una exposición de cara al público, o en un exámen. Esto es porque dicha hormona bloquea el sistema de recuperación de la información, de forma que sólo podemos solucionarlo serenándonos y tranquilizándonos.



Algunos métodos ayudan a evitar la segregación de esta hormona, pero el más efectivo es estar tranquilos, ser naturales y pensar de forma positiva, sintiéndo seguridad en nosotros mismos.