septiembre 07, 2014

El centrifugado de la ropa es pura ciencia



El profesor de Física Aplicada de la UAH Antonio Ruiz de Elvira nos plantea una analogía. Cuando vamos en el autobús y el conductor toma una curva a 100 km/h, nuestros pies experimentan hacia el centro de la curva una fuerza real que nos hace girar. Pero nuestra cabeza trata de seguir en línea recta.

Para que la cabeza no se separe de los pies, los músculos se tensan, y puesto que nuestra conciencia no está en los pies, pensamos que tenemos que hacer un esfuerzo para compensar la ‘fuerza centrífuga’ que quiere separar la cabeza del resto del cuerpo. La fuerza real es la que nos hace girar, la imaginada deriva del movimiento rectilíneo de la cabeza.

En la centrífuga pasa lo mismo: La ropa gira, forzada por el motor y la polea, pero el agua de dentro de la ropa sigue su línea recta hasta las paredes de la máquina que la absorben. La ropa se va separando del agua y se va secando.

Según el profesor, la ciencia es, esencialmente, mirar a nuestro alrededor y pensar un poquito. La ciencia “es lo más natural que existe”.

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